Tuesday, April 3, 2012

Fracaso Escolar en INGLÉS




PRESUPUESTOS PRÁCTICOS.

Marco histórico-social. Cómo hemos llegado hasta aquí.

No pretendemos hacer una exégesis histórica del problema. Sólo dar unos trazos que nos puedan situar en por qué no aprendemos inglés para dar paso a “qué se puede hacer”.

El aprendizaje de una segunda lengua da por supuesto que se necesita utilizar más horas para poder obtener un nivel aceptable en las habilidades comunicativas de esa segunda lengua: esto es, expresión oral y escrita; entender y expresarse oralmente en la segunda lengua.

Hasta ahora se ha seguido la vía del aprendizaje por la gramática. Al no haber una práctica suficientemente extensa, pues los ejercicios se rellenan por repetición de estructuras, se pasó al Workbook.

El Workbook es un adelanto en el trabajo, ya que todas las Habilidades comunicativas están presentes y el trabajo se realiza parcialmente en clase y luego en casa.

La debilidad del sistema se pone en evidencia al encontrar que hay un número no desdeñable de alumnos que copian parcial o totalmente el Workbook de otros compañeros. Esto les lleva a ciertas consecuencias: en primer lugar la falta de seguridad en sí mismos y en sus posibilidades intelectuales. Segundo, la elección de la vida fácil que acaba en aprobado sin saber suficiente. En tercer lugar la dependencia material y emocional de otros compañeros.

Como el sistema no puede dar el resultado cognitivo esperado a aquellos alumnos que copian el Workbook se concluye en el fracaso del aprendizaje de la lengua: copiar, corregir, asistir o impartir clase requiere un esfuerzo y está frustrado por la falta de logros.

El siguiente paso inmediato es la comprobación de que los resultados son tan malos como aparece en el boletín. Y mucho más si se intenta un examen homologado y oficial. Por eso el resorte es la búsqueda de una ayuda externa a la familia.

Un profesor particular no puede en sí convertirse en un apoyo continuado e ilimitado en el tiempo. Los profesores de apoyo al alumno no pueden suplantar sin fecha de caducidad la constancia, la lucha por concentrar la atención, la marcha de un horario, el control de la agenda y la administración del tiempo disponible al efecto en deberes y trabajos, estudio y exámenes. Deben tener un principio y un final. Objetivos concretos.

Por que cuando se logra una ayuda permanente el esfuerzo del alumno no depende ya de él sino de su rodrigón. No se crían fortalezas, virtudes, disposiciones permanentes de la voluntad: simplemente se suplantan.



Por ello, los resultados en muchas ocasiones no mejoran sensiblemente. El alumno que ve aliviada su responsabilidad ve a ese adulto como responsable de sus obligaciones. No olvidemos que los alumnos de secundaria son pre-adolescentes o simplemente adolescentes. Hay muchas decisiones que no pueden tomar por que están impedidos por la Ley: no están formados para ello; por ejemplo un viaje solo al extranjero. Por otra parte hay muchas otras decisiones que no pueden tomar pues no están en posición de hacerlo, como por ejemplo el pasar el fin de semana en casa de una amiga.

Pero dentro de las decisiones que pueden tomar se espera que de verdad las tomen y sean consecuentes con ellas. Son decisiones que dejan la zona del “me apetece” para adentrarse en la zona del “me conviene”. Son pocas pero necesarias. Una de ellas es que se impliquen en su propia educación: el tenor de su conducta en el centro educativo, la actitud hacia el aprendizaje, la apertura al conocimiento, a la reflexión. El discernimiento, que implica un juicio y por lo tanto unos parámetros mínimos proporcionados por la familia y una escuela sincronizada con el sentido común.



Mientras el alumno sigue sin centrarse los padres agotan sus recursos. En ocasiones actúan de impulso (me han dicho que ese sitio es bueno, hablando de una academia)… eso si no se plantean hallar culpables: algunos se plantean sin mayor fundamento un cambio de colegio, es su caso más extremo.

Pronto encuentran una academia, si tienen recursos económicos.

Si no los tienen ven a su hijo abocado al fracaso y en vez de actuar inteligentemente (estudiando las destrezas y cualidades del hijo y proponiendo metas escalonadas que lleven a una consecución de hábitos de trabajo y disposiciones estables de aprendizaje) se endurecen física y emocionalmente con su hijo que fracasa. Y entran en una situación de pánico situacional que les impide actuar con perfecta presencia de ánimo. El alumno tiene, además del lógico miedo al fracaso (que ya no ocurre por que no ha sido capaz de alcanzar unas metas mínimas de aprendizaje, sino por temor a los padres, como si su futuro sólo fuera importante para ellos) y entra en una fase de depresión, absentismo; se descuelga de sus tareas y explicaciones de clase. Deja de interesarse por asistir a clase y pone su esperanza lejos de la formación humana y académica que la sociedad espera de él. Los profesores constatan que el alumno tiene un problema: con sus padres.

La academia es cara pero efectiva. Es un segundo colegio, con menos alumnos, en el que los profesores marcan un ritmo llevadero, ayudado por su experiencia en el estilo, las explicaciones y los exámenes de los profesores del centro educativo oficial. Guardan celosamente un dossier con todo lo que les pueda llevar a demostrar la necesidad de aquella academia. En caso de academias de idiomas, la ventaja se encuentra en que sus alumnos están determinados a conseguir el objetivo, que frecuentemente se certifica en un examen oficial.

De allí luego vienen los intercambios, cursos de idiomas en el extranjero y trimestres de estudios en colegios de países que cursen y se desenvuelvan en la lengua extranjera requerida.

De lo visto se podría extraer una serie de conclusiones erróneas:

- El aprendizaje de un idioma pasa por la única decisión de los padres de implicar a un profesor particular y a una academia con una inmersión posterior en el idioma. FALSO: La decisión más importante es la del alumno. La implicación de la familia es fundamental. La asistencia a una academia es una posibilidad de entre muchas, para los que la puedan pagar.

- Aprender idiomas es caro: FALSO: Hay otras vías a las que nos referiremos más adelante que son posibles para un bolsillo medio.

- Tres o cuatro horas de inglés en el colegio no son suficientes. Hace falta más horas de clase. FALSO: Las horas de inglés teórico complementadas con práctica son suficientes para aprender un idioma. Volveremos sobre este tema más adelante.

- Un buen alumno no tiene tiempo para más. FALSO: según estudios realizados en España un cincuenta por ciento del tiempo lo utilizan los alumnos en actividades de tiempo libre.


Autor: Juan Francisco Fernández Giménez

IES ALBAL, ALBAL, VALENCIA - ESPAÑA

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